Bajo la mirada del Supremo. Memoria inmediata. Fotografía de prensa en Venezuela 2004/2009

Memoria inmediata, fotografía de prensa en Venezuela, 2004-2009, es una exposición conformada por 102 imágenes registradas, en los últimos cuatro años, por sesenta y ocho reporteros gráficos que trabajan para dieciocho periódicos de circulación nacional, uno en el extranjero y para tres agencias de noticias internacionales acreditadas en el país.

Si las imágenes que participan en la muestra han sido publicadas en diarios, han sido fotos/noticias ¿En dónde reside la particularidad de esa muestra? Para responder a ésta inquietud es necesario preguntar: ¿cómo fue organizada?, ¿qué temas representa? Extraídas de su primer soporte –el papel– y transferidas a la pared ¿a dónde dirigen al lector? Al ser imágenes de hechos distintos ocurridos en diferentes regiones del territorio ¿cómo ellos se articulan y estructuran un discurso cuyo argumento central narra el contexto socio-político actual del país?

Para Memoria inmediata, cada periódico eligió entre cinco y tres fotografías según criterios de importancia en la reciente historia de Venezuela, impacto del suceso en la memoria colectiva o especificidad del medio. Por ejemplo, Meridiano enfocado en deportes, seleccionó a ésta actividad; la revista Exceso de publicación mensual orientada en reportajes y no en “cubrir” sucesos diarios, envió retratos y El Venezolano, que circula en Miami, se encuentra presente en la muestra con fotos de Barack Obama y Tiger Woods, entre otras. A excepción de éstos impresos, los medios nacionales –diecinueve– respondieron a una convocatoria de tema libre con fotos de diferentes contenidos: deportes, manifestaciones culturales, protestas o degradaciones del medio ambiente, pero aunque la selección es heterogénea tres temáticas son recurrentes: la miseria, la violencia y Hugo Chávez Frías.

Chávez Frías, no sólo aparece en actos masivos en campañas electorales, también las ordenes y estrategias políticas que él imparte desde Alo Presidente se traducen en imágenes. Su frase: “La Revolución está armada” es representada con fotos de entrenamiento a milicias y reservistas civiles con rifles “Kalashnikov”; su contacto con terroristas se materializa en una imagen de Gloria Polanco después de ser liberada por la FARC y la elemental y repetitiva iconografía del régimen -de dimensiones monumentales, siguiendo el modelo utilizado por Stalin y Hitler para adoctrinar a las masas y patrón de representación de la época medieval donde la mirada del Creador, ubicada en el centro de la composición, ilumina, domina y amenaza el comportamiento de los feligreses-, se formula en un mural ubicado en el barrio 23 de Enero: “La Última Cena pintada por el colectivo Alexis Vivas” de Gil Montaño (El Universal, 2008), en retratos y esculturas de el Che y en la fotografía de Elías Rodríguez (El Impulso, 2008).

En la muestra vemos situaciones de pobreza extrema y observamos hechos dolorosos de violencia donde los ciudadanos que viven en el país son los actores de la tragedia, como en la foto: “Bajo la mirada del Supremo” de Daniel Olivares (El Tiempo, 2007). Si bien, muy pocas de la imágenes de Memoria inmediata testimonian el éxito, por ejemplo, las de deportes o la esperanza, dudameliana, de la victoria: “Yuretci Aguilar y su perro Chocolate” de Jorge Silva (Reuters, 2008); la mayoría de ellas, penosamente, certifican sucesos adversos de un pasado inmediato y del presente venezolano.

Cada una de las fotografías de Memoria inmediata ha sido registrada bajo los principios básicos de la práctica del reporterismo gráfico, dar testimonio “objetivo” de acontecimientos reales y captar momentos únicos. Más allá de consideraciones teóricas sobre el punto de vista o la subjetivad del fotógrafo, las imágenes son “veraces”. Expuestas de manera secuencial, colgadas en un espacio de tránsito –en un estacionamiento–, sin narración sucinta que las describa como en el periódico, obligan al espectador a realizar un proceso activo de lectura y reconstruir el sistema de representación ya que la muestra no nos enfrenta a la mera contemplación. Aquí el sentido de las imágenes se moviliza: dejan de ser noticia de un particular suceso para denotar/denunciar un escenario de nación. Al mismo tiempo el significado de las fotos se encuentra fuera de lo que ellas reproducen, se expresa en el contexto social, político y económico donde nos encontramos: representan la injusta realidad cotidiana autorizada y aupada por la mirada del Supremo. Aunque la muestra es de interés local traspasa las fronteras, las fotografías relatan las terribles consecuencias de una ideología que invocando la justicia y libertad arrastran al individuo a la esclavitud. Sin los reporteros gráficos este repertorio e inventario de sucesos ocurridos en el país pasarían inadvertidos, pese a pretender actualmente silenciarlos.

 

El Nacional, cuerpo A. Caracas, 3 de agosto, 2009